Las canteras de Piñuel

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Piñuel

Cantera de Vaugnerita y Sienita

Para llegar desde Zamora tomaremos la carretera CL-527 en dirección a Fermoselle. Pasado el molino de bárate en el kilómetro 20,2 tomaremos el desvío hacia Malillos. una vez allí, llegaremos tras 10,1 Kms. a las inmediaciones de Piñuel, donde encontraremos un camino con una enorme roca de cantería que nos dará la bienvenida a la cantera.

El tesoro de Piñuel

Nos encontramos ante dos rocas bellas e interesantes, tanto por el uso que se les ha dado como por su origen.

Bloques de sienita (rosa) con diques o partes de vaugnerita (verde) en la cantera de Piñuel

Las vaugneritas son rocas de textura variable que van desde facies muy gruesas, a medias y finas. Cuanto mayor es el tamaño de grano, también lo son los cristales de biotita entrecruzados.
En las facies de grano medio y fino generalmente sobresalen los agregados de anfíbol, que dan un aspecto nodular. Los minerales esenciales son: plagioclasa, feldespato potásico en cristales intersticiales, biotita y varias generaciones de anfíbol en agregados. Además, aparecen minerales secundarios de titanita que puede encerrar algunos elementos químicos responsables de la alta radiación natural de estas rocas.


Mapa geológico de parte del batolito en el que están incluidas las partes vaugneríticas
Mapa geológico de parte del batolito en el que están incluidas las partes vaugneríticas
Las sienitas (de Siena, Italia) son rocas de color rojizo o rosado. En la cantera de Piñuel encontramos las relaciones entre el granito rojo y los abundantes enclaves microgranudos de rocas intermedias que a veces presentan textura de vaugnerita.

El interés geológico principal es petrológico-geoquímico, ya que lo más llamativo de este lugar es la rareza de estas rocas sieníticas por un lado y, por otro, el proceso hidrotermal que ha transformado al granito en otra roca de la que se conserva la estructura y la textura original, pero no la mineralogía.



Origen de la vaugnerita

El plutón de Arcillo ha sido ampliamente estudiado y se tiene una idea bastante clara de su génesis. Su distribución cartográfica da ciertas pistas del proceso de su emplazamiento: las facies, ricas en enclaves, representan el conducto de alimentación, pues son estos los enclaves los elementos que se arrastran desde la cámara magmática.

Hay que pensar en los plutones como masas de roca fundida muy caliente que se comportan como las burbujas de las lámparas de lava. Estas burbujas que parecen «flotar» ascienden por estar más calientes que la roca que tienen alrededor, por ser menos densas.
La composición de las rocas plutónicas depende de la composición del fundido y de la velocidad de enfriamiento, que favorece la cristalización de unos minerales u otros. También es esta velocidad la que hace que cambien las texturas de las rocas plutónicas.
Pensaremos ahora en un vaso de agua que se enfría poco a poco a una temperatura de 0°C: se originará un cristal de H2O prácticamente transparente, sin defectos. Por el contrario, si enfriamos el vaso muy rápido, se formará un cristal irregular, que dará la impresión de encerrar muchos cristalitos en su interior.
Lo mismo ocurre con un fundido rocoso: las zonas internas del plutón, que tardan más en enfriarse, conciben cristales más grandes y mejor definidos, mientras que las zonas externas, en contacto con las partes frías circundantes, se enfrían más rápido y dan lugar a cristales más pequeños.
A la vez, la dinámica interna de esta estructura rocosa hace que ciertas partes cristalizadas externas e internas se muevan en su interior. Por último, el plutón se enfría y la historia de cristalización queda «fosilizada» para la eternidad.

Podemos concluir con que las facies de grano medio y fino se sitúan, grosso modo, en los bordes del Plutón, en cambio las gruesas se localizan en los bordes.

Ahora que conocemos sus características, podemos comprender el siguiente modelo de formación:

Modelo de ascenso de un magma del tipo al de Piñuel
Modelo de ascenso de un magma del tipo al de Piñuel desde el manto