Los fósiles de la Cuenca del Duero

La sala de las Tortugas

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La Sabana zamorana

El Proyecto Tellus se desarrolla íntegramente en Zamora y, sin embargo, hemos querido incluir una parada fuera de las fronteras de la provincia. Un tesoro se esconde en los sótanos de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Salamanca: la Sala de las Tortugas.

En la década de 1960, el Profesor Emiliano Jiménez inició la catalogación de 23.000 ejemplares de tortugas, cocodrilos, peces y mamíferos fósiles del Eoceno de la Cuenca del Duero. Es una de las colecciones de este tipode vertebrados más importantes de Europa, atesorando y desde el 2016 un total de 15 quince holotipos.

Cráneo de Duerosuchus. Caparazón de tortuga Allaeochellys casasecai


Contexto

Lo más curioso es que algunos de los ejemplares más importantes hallados en toda Castilla y León fueron los encontrados en la provincia de Zamora, en los pueblos de Corrales del Vino, Benavente, Cubillos, Sanzoles, Casaseca de Campeán, Jambrina y Molino del Pico.
Todos ellos pueden situarse en el Eoceno –inferior y medio–, en el Paleógeno o en el Oligoceno.

Ambiente sedimentario donde encontrar fósiles según José Arroyo Gómez en 1921
Ambiente sedimentario donde encontrar fósiles según José Arroyo Gómez en 1921 (Círculo rojo)
El nivel del mar entonces era mucho más alto que el actual pues no existían casquetes polares. Los continentes eran totalmente distintos de lo que conocemos hoy: Europa, por ejemplo, era un conjunto de islas entre las cuales se encontraba la isla Ibérica. ¿Os imagináis? Infinidad de líneas evolutivas se volvieron endémicas, con criaturas que no podemos encontrar en otro lugar del planeta.

Dibujo esquemático del ambiente en la Cuenca cenozoica del Duero
Dibujo esquemático del ambiente en la Cuenca cenozoica del Duero"
El clima de aquel momento era también diferente: situaos en el Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno, un enorme cambio climático aumentó la temperatura media del planeta unos 6°C en 20.000 años, lo que provocó que se alterasen las corrientes oceánicas y, con ello, la extinción de muchas formas de vida marina. Pero no todo fueron catástrofes: también las nuevas condiciones ambientales favorecieron la proliferación de las líneas evolutivas de los mamíferos con los que convivimos hoy, incluyéndonos a los humanos.

La excavación de Corrales (1991)

A pesar de ser conocida la dificultad para encontrar fósiles de tortuga bien conservados en los estratos eocenos zamoranos, se inició en 1990 una campaña para analizar en profundidad los sedimentos correspondientes con niveles de sedimentación tranquila (arenas finas). Esta investigación trajo consigo, además del descubrimiento de ejemplares completos de tortuga, numerosos puntos en los que apareció otro tipo de fauna: cocodrilos y mamíferos.

Unos meses después del comienzo de la excavación de Corrales, en Casaseca de Campeán, Luis Alonso Santiago y su padre encontraron un ejemplar completo de allaeochelys. Si bien la muestra no estaba en buen estado, su descubrimiento permitió el de otros diecisiete ejemplares en la superficie de tan solo seis metros cuadrados.



Ejemplares

Tortugas

Allaeochelys casasecai: Descubierto en Corrales del Vino en 1966 por Bartolomé Casaseca. Se encuadra dentro de la familia de los caretoquélidos, cuya única especie se halla en Nueva Guinea y norte de Australia. Habitó los ríos tropicales de Zamora durante el Eoceno medio (hace 42 millones de años).

Neochelys: Descubierto por Ángel Corrochano en 1983, en las inmediaciones de Jambrina. Se trata de un ejemplar con una historia particular: presenta indicios de aplastamiento post-mortem en el espaldar. Tiene una deformidad en el caparazón que concuerda con las extremidades, lo que significa que era un animal lisiado, el único caso conocido en un animal fósil. Junto a él se encontró un diente de cocodrilo terrestre iberosuchus.

Cocodrilos

Duerosuchus piscator: En el año 2009 se define este género en Corrales del Vino, como consecuencia de un cráneo incompleto en buen estado de fosilización. Se estima que debió alcanzar los 1,60m de longitud. El nombre duerosuchus piscartor proviene de su aparente idoneidad para capturar peces.

Mamíferos

Los mamíferos del Paleógeno son conocidos en la Cuenca del Duero desde finales del siglo pasado. En Zamora se han encontrado dos géneros de equinos: los palaeotheriadae y los lophiodontidae, así como un ejemplar de lophiodon, similar al actual rinoceronte.


Estos son solo algunos ejemplos, pero como mencionábamos anteriormente, existen 23.000 muestras «atrapadas» en los sótanos de la Facultad de Ciencias de Salamanca.