Los restos glaciares de Sanabria

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Cañones de Cárdena y Segundera

Es el valle glaciar del Cárdena el que tiene un camino accesible y cuidado por el que poder ascender o descender.
Comenzamos en el poblado de la Central Hidroeléctrica de Moncabril, que se encuentra en una desviación a la izquierda, antes de llegar a Ribadelago Viejo.
Al llegar a la central, tomaremos el camino marcado por balizas de madera pintadas de color naranja, este camino sinuoso y empedrado en todo su recorrido, asciende entre bosques de robles, pero a medida que ascendemos nos encontramos con matorral, lo cual nos permitirá contemplar el magnífico espectáculo del Valle del Río Tera con el Lago de Sanabria como protagonista.
Durante todo el camino observaremos maravillosos ejemplos de rocas aborregadas, morfología glaciar y los materiales del Ollo de Sapo, sobre los que caminaremos durante todo el recorrido.

Distancia: 11Km (Circular)
Duración estimada: 4h y 20 min.
Puntos de interés: Modelado glaciar, morrenas, bloques glaciares y materiales de Sanabria.
Periodo de interés: Todo el año, precaución en invierno.
Aumento/Perdida Elevación: +800 m / -480m.

Subida a Peña Trevinca

La subida a Peña Trevinca es una de las rutas más conocidas de la provincia, tiene una distancia total de 23 km y un tiempo estimado de 8 horas. Se parte desde el aparcamiento de la Laguna de los peces. Para llegar aquí, hay que ascender la carretera ZA-104 a El Puente y de allí a San Martín de Castañeda. Existe un sendero señalizado que nos conduce a Vega de Tera. Por el camino encontraremos las lagunas de la Ventosa y la Ventosilla, y deberemos fijarnos en las hondonadas para observar las Turberas que rodean el camino a su paso por la meseta glaciar.

Distancia: 23Km.
Duración estimada: 8h
Puntos de interés: Modelado glaciar, morrenas y materiales de Sanabria.
Periodo de interés: Todo el año, precaución en invierno.
Aumento/Perdida Elevación: +800 m / -480m.

Una historia gélida

Valles glaciares principales. Morfologías glaciares doominantes. Grosor del hielo (Azul = mayor Verde = menor)

Hoy en día la temperatura media anual en la comarca de Sanabria es de 10,5˚, sin embargo, en el último periodo glaciar —periodo Würm— las temperaturas eran mucho más bajas. Para entender la historia glaciar de Sanabria debemos retroceder hasta el Pleistoceno superior y el Paleolítico: entre hace 80.000 y 10.000 años.

En aquel momento las temperaturas descendieron en toda la península provocando la aparición de nieves perpetuas y creando en Sanabria la gran meseta de la alta montaña: un casquete de montaña del que partían varias lenguas glaciares. Los vientos oceánicos del suroeste impulsaban masas de aire marino sobre la Meseta, produciendo abundantes nieves en ella y en sus estribaciones montañosas. La corriente del Golfo no estaba operando como hoy y en estas latitudes la supervivencia de formas animales tuvo que ser muy difícil.

Existen estudios basados en los fósiles hallados en otras partes de Europa, pero la historia glaciar de se basa exclusivamente en la geomorfología glaciar, de donde se han deducido las siguientes fases:

  • Fase I: En la que se formó el casquete glaciar montañoso y el inicio de la meseta de la alta montaña.
  • Fase II: en la que se comienzan a excavar los glaciares de valle.
  • Fase III: el hielo remonta los valles y forma los glaciares de circo elevados en las cotas más altas.
Debemos tener en cuenta que, durante el periodo Würm, en la Tierra convivían homínidos y mamuts o rinocerontes lanudos. Así lo atestiguan los yacimientos del Paleolítico Medio de La Candelada, La Bolera y el Alto de la Nevera.

Más allá del interés morfológico del glaciarismo sanabrés, debemos pensar el interés que despierta el estudio del clima durante los últimos periodos glaciares y su interpolación con el clima europeo: el registro sedimentario del Lago de Sanabria es altamente sensible a las variaciones medioambientales. El lago se comporta como un sensor de las variaciones, tanto a escala regional (Atlántico Norte) como a escala local (fenómenos catastróficos de la cuenca).

Praderas de Ribadelago y Horn central
Praderas de Ribadelago y Horn central
Durante el Holoceno (Cuaternario) se depositaron los sedimentos de origen glaciar y peri-glaciar de la cuenca del Lago de Sanabria. Algunos estudios concluyen que en estos sedimentos (y en sus cambios) se encuentran las evidencias de los cambios climáticos del pasado. Tan sensible es el registro sedimentario a los cambios medioambientales que se han deducido varios ciclos climáticos, que duraron: 1.500, 456 y 311 años respectivamente.

La cartografía revela que el hielo no solo se encontraba en Sanabria sino que se extendía por todo el borde noroeste de la provincia, sobre un área de 220 km2 con epicentro en la cuenca de drenaje del Lago de Sanabria. Las máximas potencias del hielo en el momento más frío, fueron de entre 400 y 454m, lo equivale a 214 veces el volumen actual de agua que hoy contiene el Lago.

Después del periodo Würm comenzó la historia humana, y con ella la historia fluvial de la comarca de Sanabria: lo que durante miles de años fueron hielos perpetuos, se convirtieron en ríos y lagos. Así llegamos a nuestros días, en los que la montaña de Sanabria espera, quién sabe, al próximo periodo glaciar para volver a cubrirse de nieve y modelar otra vez y como siempre en geología, su relieve.